Tras mi reseña de Gyo le toca el turno a Black Paradox, la primera obra de Junji Ito (Uzumaki, Tomie) publicada en nuestro país por ECC en verano de 2014 y que parece haber abierto un exitoso sendero al autor japonés, cuya próxima parada es Fragmentos del mal, una recopilación de historias cortas que acaba de ver la luz en España y que, seguramente, tenga su hueco en Mediarama próximamente.
Este tomo único nos presenta a un grupo de cuatro personas que se citan a través de una página web para suicidarse juntas. Sin embargo, antes de que puedan poner fin a sus vidas se cruzarán con un acontecimiento que dará una nueva perspectiva a sus existencias. La edición de ECC es exactamente igual a la de Gyo, con buenos materiales, impresión, rotulación y traducción sin fallos y un excelente diseño de sobrecubierta que hacen de este volumen de 248 páginas, algunas de ellas a color, una auténtica delicia por 9,95€ .
El dibujo mantiene el estilo tan característico de Ito aunque en esta ocasión es más contenido, adaptándose mejor al tono de la historia, menos arrebatadoramente terrorífico que otros mangas suyos. De esta manera, prefiere reflejar un mundo y unos personajes en apariencia normales y corrientes pero va introduciendo elementos que rompen esa superficie apacible y familiar, ya sea con las expresiones de terror tan clásicas en él como la imaginería grotesca que va dosificando de forma sabia. De hecho, en esta ocasión muchas veces prefiere insinuar a mostrar claramente, reservando sus imágenes más impactantes para que constituyan en sí mismas giros argumentales.
La trama de Black Paradox es más ligera, misteriosa y menos opresora que en otros trabajos del autor, centrándose en la relación de personajes y cómo reaccionan a ese turbador elemento que está desestabilizando sus vidas. Así, Ito trabaja más la tensión que va creciendo entre todos a medida que el argumento se va complicando, creando un ambiente pesimista que va dejando bien claro que todo va a ir a peor de la forma más grotesca posible y que ninguno de los protagonistas va a tener un momento de tranquilidad y respiro. Esto demuestra que el autor sabe manejar el terror más psicológico y sutil, más arraigado en el miedo a lo desconocido y a las consecuencias que puedan tener sus actos que a una amenaza concreta y visible. A esto ayuda mucho lo bien que están retratados los distintos personajes, con la complejidad justa como para que todo lo que sepamos de ellos tenga repercusión en el guión y no sean meros adornos o obstáculos para la misma. Eso sí, de nuevo volvemos a tener un final repentino y que puede dejar desconcertados a algunos lectores, dejando su interpretación a la voluntad del lector.
Como en Gyo, Black Paradox también incluye dos historias cortas: La lamedora, una de las satisfactorias incursiones de Ito en el terreno de las leyendas urbanas; y El pabellón de lo paranormal, un antojo de humor negro en color. De nuevo, son claros ejemplos del talento del autor a la hora de crear conceptos e ideas originales y sobrecogedoras, perfectamente aptas para un desarrollo breve pero ni mucho menos anecdótico.
Black Paradox es otra buena muestra del talento de Junji Ito, esta vez optando por una historia más ligera y misteriosa de lo habitual pero sabiendo manejar un terror psicológico que va alimentando la tensión hasta puntos casi insostenibles, todo ello arropado por un estilo visual tan característico como útil que se convierte en muchos momentos en el mismo motor de la trama.
8/10 PIEDRAS BRILLANTES
Mediarama 