Shigatsu wa Kimi no Uso (Your Lie in April): Una emocionante melodía con notas desafinadas

En cada temporada de anime siempre hay al menos una serie que destaca, que se vuelve la comidilla de los aficionados y que provocan aluviones de comentarios y reacciones en las redes sociales, especialmente Twitter y Tumblr. De forma silenciosa pero firme, Shigatsu wa Kimi no Uso (o Your Lie in April, como es conocida en Occidente) acabó acaparando mucha atención, casi siempre repitiendo la misma idea: vas a llorar. Y mucho.

La serie está basada en el manga homónimo de Naoshi Arakawa, que consta de 11 tomos y que acaba de empezar a publicarse en España gracias a Milky Way. El anime, de 22 episodios, está producido por A-1 Pictures (Oreimo, Sword Art Online, Black Butler), dirigido por Kyouhei Ishiguro (que debuta como director tras trabajar en episodios de Psycho-Pass o Fairy Tail), guionizado por Takao Yoshioka (Elfen Lied, Zero no Tsukaima, Working!!!) y con música de Masaru Yokoyama (Arakawa Under the Bridge, Freezing, Hyperdimension Neptunia).

La historia está protagonizada por Kousei Arima, un niño prodigio del piano, famoso por ser capaz de reproducir las partituras con una perfección sobrehumana pero que, tras la muerte de su madre, se derrumba psicológicamente y desarrolla sordera tonal, es decir, es incapaz de distinguir las notas musicales. Dos años después, sigue alejado del mundo de la música pero, un día, un encuentro cambiará su vida: Kaori Miyazono, una violinista con una forma de vivir completamente desatada y vitalista, cambiará su percepción de todo lo que le rodea.

Visualmente, la serie cuenta con colores muy vivos que se irán transformando a medida que avance la serie aunque siempre aspira a representar una visión idealista y bella de los vaivenes de la adolescencia, aunque a veces contraste demasiado con lo que está ocurriendo en pantalla y deseche rápidamente algunos recursos interesantes, como el mundo monocromo de Kousei al principio de la trama. La animación es algo irregular, flojeando en algunos momentos más relajados (acompañada de un dibujo muy simplificado) pero siendo justificado en otros más cómicos, aunque también se advierte cómo recicla ciertas escenas una y otra vez. Sin embargo, los escenarios son bellísimos, la representación de los instrumentos es realista y las interpretaciones musicales brillan con luz propia, siendo espectacular la forma en la que se representan las distintas actuaciones a piano y violín, llenas de fluidez, dinamismo y personalidad. En líneas generales, cumple bien.

En un anime en el que la música tiene un protagonismo tan importante es evidente que la banda sonora y su uso tienen que estar más que cuidados y Shigatsu wa Kimi no Uso no decepciona en absoluto. En primer lugar, los temas propios de la serie mantienen un excelente equilibrio entre delicadeza, emoción y fuerza cuando corresponde, utilizando especialmente el piano y el violín, como no podía ser de otra manera. También encontramos muchas piezas clásicas de autores como Chopin, Rachmaninov, Mozart, Beethoven o Saint-Saëns, interpretadas por los protagonistas en diferentes momentos del argumento. Su adaptación a la necesidad dramática de la serie es excelente pues podemos distinguir a la perfección la emoción que respira cada una según el personaje que lo haga. Escucharemos con nitidez cuándo se ejecutan con tristeza, alegría, furia, dejadez, ilusión, melancolía, etc., convirtiéndose en un vehículo capital para transmitir la personalidad de cada uno de los protagonistas.

Shigatsu wa Kimi no Uso es un drama musical con todas las letras, algo que no esconde en ningún momento por lo que desde el primer momento sabemos que nos enfrentamos a una propuesta que nos dejará mal cuerpo en más de una ocasión. Tanto es así que muchas veces se deja llevar en exceso por el melodrama, regodeándose en los pasajes más dramáticos y tristes, dando la impresión de que quiere que cada escena sea lo más intensa posible, que nos sintamos invadidos por las emociones en casi cada encuentro, casi cada diálogo. Esto provoca que el ritmo sea torpe, embarrándose en ese melodrama, cambiando de tono repentinamente (no será raro ver a dos personajes riendo en una situación cómica para pasar a llorar en apenas dos segundos), abusando a veces de las lágrimas en los personajes (se puede indicar bien que un personaje está muy triste sin que tenga que derramar ninguna) y haciendo repetitivas ciertas ideas, con frases o flashbacks que se utilizan un mínimo de tres o cuatro veces en el mismo episodio sin necesidad. Además, la mayoría de los personajes secundarios están poco desarrollados, bien porque evolucionen muy poco como Watari o Tsubaki (que sí tiene mucha presencia pero acaba yendo en círculos) o tienen menos presencia de lo deseable como Emi o Takashi, cuya amistad-rivalidad con Kousei hubiera sido muy interesante, o el pequeño arco argumental de Nagi, bien solventado pero algo apresurado y del que se podría haber sacado más partido.

A pesar de todos estos defectos, algunos bastante evidentes, Shigatsu wa Kimi no Uso consigue emocionar. En primer lugar, la perspectiva de la música como medio de expresión y liberación está muy bien ejecutada, ligando los vaivenes emocionales de los personajes con sus interpretaciones, prácticas y obras musicales, contraponiendo diferentes aproximaciones al tema. Así, se enfrentan la música como herramienta competitiva, para demostrar que se es mejor en algo y ganar continuamente, muchas veces más ligado a lo que quieren los demás en vez de a lo que quiere uno mismo; y la música como herramienta emocional, adoptándola y moldeándola a lo que uno quiere, a lo que uno siente, haciendo que sea única y personal, algo completamente diferente del resto, un impacto emocional que llegue a otras personas y perdure en su memoria más allá de que gane premios o no. También se glorifica la música como medio de transformación y madurez, un diálogo con los demás y consigo mismo, un mensaje más allá de las palabras para crecer y forjar relaciones. Todo el ámbito musical es, sin lugar a dudas, uno de los puntos más atractivos de la serie.

De la misma manera, la pareja protagonista está bien construida, con personalidades que van evolucionando y enriqueciéndose, siempre avanzando incluso cuando en ocasiones tienen que dar pasos atrás para ganar impulso. La química entre Kousei y Kaori es casi instantánea y muy natural, ayudando a que crezcan e intenten alcanzar sus objetivos, dos catalizadores mutuos que van ascendiendo de la mano. Además, los distintos matices de ambos tienen lógica a medida que avanza la trama, sus reacciones nunca son aleatorias para acomodarse al drama que se quiere proponer sino que precisamente el drama se produce debido a las aristas que tienen los protagonistas. Eso ayuda a que, aunque en ocasiones el anime sea previsible, siempre mantenga el interés, no sólo para comprobar si realmente va a ocurrir lo que pensamos, sino cómo va a ser porque nos preocupamos de los personajes y de qué va a pasar con ellos. Por eso, a pesar de algunos excesos melodrámaticos, hay pasajes realmente emocionantes, apoyándose en monólogos interiores y actuaciones musicales llenos de fuerza y lirismo. Todo ello se potencia cuando acabamos la serie y vemos la historia con una nueva perspectiva, que da un nuevo cariz a acontecimientos pasados y nos ayuda a comprender la lógica interna de lo que ha pasado. Y comprendes las motivaciones de los personajes. Y descubres la verdad palpitante tras esas escenas a veces triviales, a veces importantes pero menos sentimentales de lo que creías. Y no puedes evitar emocionarte.

Shigatsu wa Kimi no Uso (Your Lie in April) es una serie irregular, con un ritmo torpe, excesos ocasionales de melodrama, algo repetitiva y previsible pero que consigue emocionar con su pareja protagonista, el excelente uso de la temática musical y las personas sumergidas en ese mundo y las interpretaciones de piezas clásicas que se convierten en brillantes diálogos sin palabras. No es el mejor drama de los últimos años pero acaba consiguiendo lo que se propone y consigue maquillar sus defectos con momentos llenos de emoción.

7/10 TWINKLE TWINKLE LITTLE STARS